Reto de Avril (con Ian)

Paseaba por la playa del reino tranquilamente. No esperaba encontrarme con nadie, creía que el sitio estaría desértico, pero se veía que no siempre había que fiarse de las suposiciones...

Estaba camiando por la playa cuando vi a lo lejos a una chica.
Me aburría así que decidí divertirme un poco.
Fui corriendo hacia ella lo más rápido que pude y cuando llegué a donde ella estaba la agarré de la cintura por detrá y la tiré , con cuidado, de espaldas en la arena y me tiré a su lado, riendo.

De repente, la persona que estaba en la playa vino corriendo hacia mí y me tiró al suelo con él. Me giré seria hacia él mientras me incorporaba y esperé a que él también lo hiciera y le metí un puñetazo en la cara todo lo fuerte que podía.

¿¡Qué diantres creéis que estáis haciendo!?

Off: lo sientoooo Evelyn es así... ^^U

Reí a pesar de su puñetazo.
-Vaya... alguien no está de muy buen humor hoy.
No parecía querer bromear, así que decidí disculparme aunque no lo sintiera.
-Lo siento, no pretendía enfadaros.

Moví los dedos de la mano con la que dí el puñetazo y la abrí y la cerré, me hice un poco de daño, pero todo estaba en orden, era algo normal.

No deberíais hacer eso con desconocidos.-Dije al mismo tiempo que me levantaba y me espolsaba la ropa, ahora llena de arena.

Me levanté.
-Lo sé, pero me aburría.- Confesé.

Os aburríais...-Repetí con gesto serio mientras caminaba hacia atrás para no darle la espalda mientras le hablaba.

Asentí.
-Ajá. No hay mucho que hacer por aquí y yo soy una persona bastante activa, necesito hacer algo todo el tiempo.- Le expliqué mientras caminaba mirándola.

Asentí con la cabeza cuando el hombre terminó de hablar.

Bien, pues os podéis meter vuestras maneras de matar el tiempo por donde...-No terminé de hablar. Caí en un socabón enorme lleno de agua. ¿De dónde había salido? No lo sabía, pero la situación era desagradable y embarazosa.

Reí y me acerqué a donde ella se había caído, tendiéndole una mano.
-¿Me meto mis maneras de ayudar por el mismo sitio o necesitáis mi ayuda?- Pregunté con una sonrias divertida en los labios.

Le miré con una expresión aburrida y rechacé su mano. Me levanté por mis propios medios y miré mi ropa, ahora mojada y salinizada. No contesté a su pregunta.

Esto me pasa por necia... ahg.-Dije mientras tiraba de una de las mangas de mi camiseta. Al despegarse la tela mojada de mi cuerpo sonaba como una ventosa al despegarse de un cristal, pero más grave.

Sonreí todavía más.
Me desabroché la camisa, me la quité y se la di.
-Si seguís con esa ropa mojada enfermaréis.

Miré al hombre y luego su camisa. Suspiré con resignación y me quité toda la ropa delante de él para luego ponerme su camisa, que casi me servía como un vestido.
Escurrí mi ropa y la puse sobre la arena, en la pare que había sol para que se secase más rápido, después me senté al lado de la ropa con las piernas juntas.

Volví a mirar al hombre durante unos instantes y después al suelo.

Gracias.-Dije en voz baja.

Sonreí y me senté a su lado.
-Si lo que queríais era verme sin camisa podíais haberlo pedido, no hacía falta que os mojaráis.- Bromeé mirando al cielo.

Hice una sonrisa burlona.

Si lo que queríais era verme desnuda no tendríais por qué haberme ofrecido la camisa.-Contraataqué, tratando de imitar su voz.

Reí.
-Bien, estamos en paz.

Asentí con la cabeza.

Evelyn Nicholls.-Me presenté y le extendí una mano para estrecharle la suya.

Le estreché la mano.
-Ian Hunter.

Aparté la mano y me quedé mirando el mar.

No me suena de haberos visto por aquí... ¿sois nuevo?

-Sí, he venido hace unos días para saber qué estaba pasando aquí y sobretodo escapar de mi hermano.

Alcé una ceja y le miré de reojo.

¿Puedo saber el por qué de esa huída?

-No nos llevamos muy bien, y menos depués de la muerte de mi padre. Él ahora es el rey y se ha vuelto todavía más insoportable y egoísta.- Me encogí de hombros.- Aunque tampoco le culpo, mi padre siempre nos crió para ser así.

Pues vaya. ¿Qué tipo de reino puede seguir adelante con un liderazgo tan deficiente?-Hice una sonrisa torcida.

Sonreí.
-Lo cierto es que eso me importa poco ya, pero si el reino siguió adelante con el idiota de mi padre también lo hará con mi hermano.

¿Eso creéis?-Reí.-No conozco para nada ni a vuestro hermano y a vuestro padre, pero si vuestro hermano es tan necio como decís... creo que el pueblo ya se lo habrá comido.